
El espacio destinado a la representación ha ido evolucionando tanto como el arte teatral en si. Pero... ¿Cómo era en el Siglo de Oro?
Los corrales de comedia
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La disposición de los corrales de comedia
Ya en los siglos XVI y XVII, las representaciones teatrales se llevaban a cabo en los Corrales de Comedias. Estos eran nada más y nada menos que patios de casas vecinales, en lo que habían añadido un tablado como escenario para poder acomodar a los artistas y a un público bastante variopinto. Todas las actuaciones tenían lugar por la tarde y concluían con el crepúsculo. Además, todos estos eran al aire libre, por lo que no contaban con un techo, sino en este caso, con un toldo para resguardar al público tanto de la lluvia como del sol.
La distribución del escenario
En un primer momento, los escenarios carecían de un telón de fondo, por lo que para avisar a los espectadores que le obra iba a comenzar, los actores tenían que avisar al público o simplemente iniciar la escena con una música o ruido de fondo.
El tablado, era la parte principal, donde se llevaba a cabo toda la representación y donde tenía lugar toda la trama.
El foso, que era el lugar donde los actores se cambiaban de vestuario y de donde salían para su puesta en escena.
Los desvanes, también conocidos como tertulias, eran los aposentos situados en el último piso, eran los más altos. Además, eran verdaderamente pequeños y eran ocupados habitualmente por gente noble y religiosos.
El patio central estaba destinado a espectadores más variados, más humildes. Algunos estaban de pie y otros sentados en función de su condición socioeconómica. Y era aquí también donde se instalaban los mosqueteros, cuya función era aprobar la obra, o, por el contrario, indignarla. Estos portaban capas, pitos y en algunas ocasiones, carracas, para abuchear o alabar la obra representada. El patio era pues, el lugar en el que se concentraba toda la acción más allá del tablado.
Los balcones eran espacios alquilados por el público para ver la obra y a través de los cuales se asomaban los espectadores.
La media luna se trataba de un espacio separado, con forma de luna, para acoger a más público. Las lunetas, sin embargo, eran banquetas hechas de madera, que se localizaba cerca del tablado y era el lugar donde se solían sentar hombres de mayor edad.
Las gradas era el lugar donde se colocaban las familias y gente de condición noble, como comerciantes, militares, etc., que se sentaban allí para no tener que ocupar el patio, ocupado por personas de condición más modesta.
La “cazuela”, era una especie de palco ocupado únicamente por mujeres, las cuales entraban por una puerta distinta para no cruzarse con los hombres.
Las celosías, eran unos aposentos normalmente ocupados por gente noble, en los que podían disfrutar del espectáculo sin ser reconocidos.

Espacios
A través de los años, los espacios en donde se realiza las obras de teatro han evolucionado mucho. En el Siglo de Oro, cuando el teatro de España estaba creciendo rápidamente, había dos maneras principales en que el teatro era actuado. El primer y el más popular era para la mayoría de gente – las que componían el público. Estos teatros públicos aparecieron en la segunda mitad del siglo XVI y fueron representados en corrales o “corrales de comedia” que eran situados en los patios de vecindad en las ciudades porque todavía no existían edificios dedicados a la realización del teatro. Los corrales fueron construidos dentro de los patios y fueron encerrados en tres lados por los edificios con el escenario elevado y con un fondo permanente. Los espectadores se sentaban enfrente del escenario y también había patios en los niveles altos en que se podía estar de pie. El escenario de los corrales era muy simple sin mucha decoración. El teatro que se realizaba en los corrales de comedia tenía un ambiente un poco más relajado e informal porque era principalmente para el público y esta audiencia podría ser muy animada y a veces revoltosa. En contraste al teatro de los corrales, el teatro también era realizado en la corte. Estas actuaciones aparecieron un poco más tarde en el siglo XVII e incorporaban algunos aspectos de los corrales, pero también tomaron influencia del modelo italiano. El teatro del corte utilizaba espacios privilegiados como los salones del Alcázar o las habitaciones de los reyes. Luego, con la llegada de ingenieros y escenográficos, los espacios evolucionaron y fueron aún más diferentes de los corrales. El ejemplo más famoso de estos espacios es el Palacio del Buen Retiro que fue construido en el año 1633 y luego, en el año 1640, el Coliseo, una plataforma del aire libre fue construido para las actuaciones del teatro. En general, el teatro de corte era mucho más formal que el teatro de los corrales, principalmente porque la audiencia era normalmente de la nobleza. En comparación con estos espacios del teatro durante el Siglo de Oro, los espacios en donde se realiza el teatro hoy en día son muchos más modernos y formales. En vez de usar espacios libres como los corrales o los otros edificios que el teatro del corte usaba, ahora hay espacios especialmente construidos para el teatro. En estos espacios la escena toma mucho espacio y es bien decorada. Los asientos están en algunos niveles y cerca de la escena para poder verla bien y normalmente no hay espacio para estar de pie porque el teatro se vuelve más formal y por lo tanto más cómodo. De todas las diferencias entre los espacios de teatro de antes y de hoy, esta formalidad es la más reconocible.